Mis primeras puntas
- diBallet NOTEBOOK
- 2 jun
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El día en que tocamos el cielo con los pies
"El momento más esperado en la vida de una bailarina: el primer paso sobre puntas"

Hay días que cambian la forma en que respiramos, en que nos movemos y en que soñamos.
Para una bailarina, ese día llega envuelto de recuerdos, emoción y un leve temblor en el corazón. Es el momento en que las zapatillas de punta "símbolo de entrega, de pasión y de superación" por fin descansan entre sus manos.
Pero no es solo una entrega.
Es una declaración:
"Has llegado hasta aquí y estas lista para elevarte."
Mucho más que danza: el arte de perseverar
El ballet exige mucho más que elegancia. Exige alma.
Durante años, nuestras cuerpos han trabajado con una disciplina inquebrantable.
Cada uno de nuestros movimientos ha aprendido a hablar sin palabras.
Nuestros pies, cuentan historias entre giros y silencios.
Cada ensayo ha sido una página más en el diario invisible de nuestra formación, escrito con sudor, a veces con lágrimas, pero siempre con amor.
Subirse a puntas no es una meta improvisada. Es un destino cuidadosamente tallado a lo largo del tiempo. Una conquista íntima, profundamente personal, que solo las bailarinas podemos comprender.
Cuatro estrellas que comienzan a ascender
Hoy, celebramos con el alma iluminada de orgullo:
*¡Haber llegado a puntas!*
Una noticia que vibra en cada rincón del estudio, que enciende los ojos de las más pequeñas y hace latir con fuerza el corazón de quienes un día también dieron ese primer paso.
Porque no solo están sobre sus pies.
Están sobre años de esfuerzo.
Sobre cada madrugón.
Cada corrección.
Cada vez que cayeron… y se levantaron aún más fuertes.
El ritual de las zapatillas
Las puntas no son simples zapatos.
Son coronas que se visten en los pies.
Son promesas susurradas entre cintas, resina y rosa.
El primer paso sobre ellas es frágil y temeroso, pero también glorioso. Es como abrir la puerta al escenario de los sueños, donde el cuerpo no pesa y el alma dirige la coreografía.
Y ese instante, breve y eterno, es el que toda bailarina recordará para siempre.
Un homenaje a la pasión silenciosa
Desde aquí, desde este hermoso lugar donde el arte se cultiva con ternura y exigencia, aplaudimos de pie:
A cada una de ustedes, nuestras nuevas bailarinas de puntas.
Por su constancia.
Por su amor.
Por enseñarnos que volar también se puede con los pies en alto y el corazón por delante.
Que este sea solo el primero de muchos pasos hacia una danza que no termina nunca.
Y que cada vez que se anuden esas cintas, recuerden:
No están solas. Bailan con todos los sueños que alguna vez se atrevieron a soñar.
diBallet Pasión por el Ballet
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